Diego Musso, quien el 6 de julio sufrió un accidente a causa de un caballo suelto, reclama que alguna autoridad se haga cargo de los animales, ya que se desconoce quién es el dueño.
Diego Musso, vecino del barrio de Santa Celina, sufrió un accidente junto a su familia en ese lugar el pasado 6 de julio por la noche cuando un caballo suelto cruzó la calle. Hoy denuncia que sigue habiendo caballos sueltos por el barrio lo que significa un peligro para todos los vecinos.
Esta mañana cuando Musso salió de su casa observó a tres caballos que caminaban sobre la calle, sin soga a 100 metros del lugar donde le ocurrió el accidente.
“Los caballos están siempre, habitualmente los veo en medio de terrenos baldíos. Cuando están ahí la policía no puede hacer nada” manifestó Musso y continuó “pero muchas veces están sueltos por la calle con la soga colgando o directamente sin nada”.
“La comisaria quinta tendría que hacerse cargo de los caballos si están en el medio de la calle pero no sé si cuentan con las herramientas para llevárselos a otro lugar y tenerlos en custodia hasta que alguien reconozca ser el dueño”, comentó el vecino del barrio Santa Celina.
Musso indicó que en el lugar sospechan quién puede ser el dueño de los caballos, pero que no lo denuncian porque no tienen pruebas. “En el barrio hay una persona que tiene gran cantidad de caballos pero como los que andan sueltos no tienen ninguna marca no hay forma de hacerle una denuncia”, comentó Musso y continuó: “Todos los dias sale con 10 caballos, los ata por el barrio y los deja de un lado y del otro de la calle”.
“Después del accidente por un mes no hubo más animales, pero ahora volvieron a aparecer. Quisiera que no haya más caballos, porque ya tuve un accidente y me puede volver a pasar a mí o a algún vecino”.
“Según la sociedad protectora de animales hay varios fines para los que tiene los caballos este señor: los alquila para cabalgatas o a gente que tiene carros, pero además existe un mercado negro de carnes donde utilizan la carne de este animal para hacer chorizos, carne picada y hamburguesas”, indicó Musso.
El 6 de julio por la noche Diego iba en el auto junto a su mujer embarazada de cuatro meses. Ella manejaba y él iba en el asiento del acompañante cuando un caballo suelto con soga se les cruzó en el medio de la oscuridad. La soga se enganchó en el auto, el animal golpeó en el lateral del vehículo y Musso sufrió golpes por lo que tuvo que ser trasladado al Hospital Interzonal. El caballo tuvo que ser sacrificado debido a los severos golpes que sufrió.